jueves, 29 de septiembre de 2011

El décimo arte

¿Y por qué negarlo?
Comienzo con esta pregunta mi nueva entrada en este, tanto tuyo como mío, peculiar blog.
Arquitectura, danza, pintura, escultura, literatura, música, cine, fotografía e historietas.
Estas 9 actividades están consideradas como las 9 disciplinas artísticas reconocidas. Y aquí viene mi pregunta: ¿Y por qué negarlo?
La originalidad del cine reside, en parte, en las luces, los planos, el guión, la banda sonora, y en más aspectos, en mi opinión, menos relevantes.
La música busca la innovación, la armonía, el gusto del oído.
La literatura se caracteriza por, según pienso, una búsqueda de una historia bien narrada, sorprendente, y amena.
Podría seguir enumerando características, pero creo que ya basta. A lo que voy es... ¿No tiene un videojuego motivos suficientes para ser considerado el décimo arte?

Podría extenderme muchísimo. Tanto que podría hacer incluso capítulos de este artículo, pero amenizaré la lectura a mi querida, y evaluadora anónima lectora.


Comenzaré a ejemplificar casos reales. El primero de todos, Alan Wake.
Hablo de ese videojuego en el que nadie creía al no provenir de una gran multinacional como Activision. Hablo de el engendro de Remedy Entertainment publicado en 2010 para XboX 360.
Un escritor de libros de terror se ve inmerso en su propia pesadilla al darse cuenta que un ente oscuro y maligno secuestra a su mujer, y va en su busca.
Alan Wake encontrará, en su aventura, las páginas de un libro que aún no ha escrito, y que, por lo que va a descubrir, debe finalizar si quiere salvar la vida de su cónyuge.
Con un guión digno de Hitchcock, y un motor gráfico más que decente, se convierte en uno de los títulos más vanguardista en la lucha de los videojuegos por ocupar su, en mi opinión, más que merecido lugar en el Olimpo del arte.

El segundo título que pondré de ejemplo será mi amado Mass Effect.
Esta obra maestra proviene de la placenta electrónica de Bioware, para PC y XboX 360.
Shepard, capitán de las fuerzas armadas de la Alianza Humana, descubre que el carácter cíclico de la naturaleza va más allá de lo que podía imaginar. Se avecina la llegada de unos seres superiores, cuya misión es destruir la civilización para crearla de nuevo, y él debe detenerlos.
Con una trama llena de traiciones internas, y nuevas amistades que no deben surgir, Bioware nos introduce en un mundo futurista lleno de peligros y aventuras.

El tercer título que me gustaría presentar es, el magnánimo DOOM. Más adelante haré un buen review sobre este título en profundidad, por lo que seré breve.
DOOM surge en 1993, gracias a Romero, programador de ID Software.
Como evolución de su antecesor, Wolfenstein, DOOM incorpora un motor gráfico revolucionario para el momento, y te sumerge completamente en una historia de alienígenas y marines patriotas.
DOOM es considerado el padre de los First Person Shooter (videojuego de disparos en 1ª persona), y uno de los máximos exponentes de la creatividad y originalidad de los programadores.


Una buena banda sonora, un buen guión, un buen motor gráfico/físico, una buena jugabilidad, y sobre todo, un buen nombre.
¿Por qué no considerar a los videojuegos como el décimo arte? ¿Por qué no lo merece?
Dejo clara mis ideas, ahora les toca rebatirlas a ustedes, queridos lectores.



-Hipo-

domingo, 25 de septiembre de 2011

Bienvenida!

Bueno, mi entrada de hoy (Y que quede claro que no es de relleno, ¿Eh? No lo es (?) ) es simplemente un desmesurado acto de bondad. Mi intención es dar la bienvenida a una nueva lectora que, por obligación, va a tener que tragarse una entradita, al menos, al mes.
Así que, para ti, anónima lectora, cuelgo esta canción:


PD: Esta versión me pone los pelos de punta, y no sé por qué. Busco psicoanalista urgentemente.