jueves, 1 de diciembre de 2011

Una mora negra

La moda de las moras negras llegó hace un tiempo a nuestro país. Todo el mundo tiene ahora una, y la usan sin parar. Mora para aquí, mora para allá.
Las BlackBerrys irrumpieron en el mercado de la telefonía móvil con una fuerza estrepitosa, destronando a los reyes del sector como Nokia o LG en apenas unos pocos meses.
Tan atronadora fuerza proviene de la creciente necesidad de la gente de estar disponible y conectada para todos a todas horas. En una alocada y Platónica similitud, la BlackBerry actuaría como nexo entre dos mundos: El Real, donde todo es tangible y sensorial; y el cibernético, donde un solo guiño como " ;) " o " D= " puede hacer que nuestra percepción de dicha realidad cambie.
¿Hasta dónde puede llevarnos un uso excesivo de los smartphones?
Por propia experiencia, puedo afirmar que crea incluso dependencia. Un día sin estar conectado al messenger puede causar la sensación de que alguien nos necesita y le estamos fallando. Quizá deberíamos plantearnos el quitarnos ese complejo de superhéroes que nos da a algunos en estos momentos.
Quien no haya visto hoy en día al típico "tecnozombie" que camina por la calle tecleando sin parar y haciendo caso omiso de sus acompañantes, es un afortunado. ¿Tendremos que acabar disparando contra ellos y combatiendo una infección global, tal y como hizo Shaun (Protagonista de Zombies Party) en su momento? Porque si es así, entrégame una pistola.